Valentín Vada, con apenas 17 años, es una de las promesas argentinas en el fútbol de Europa. Este delantero está radicado hace tres años en Francia, donde llegó al Bordeaux proveniente de la liga cordobesa gracias al vínculo en Argentina con el “Proyecto Crecer”. Confeso hincha de Boca Juniors, desliza que sueña en un futuro poder vestir la camiseta del Xeneize y también la de la Selección Argentina.
Vada, surgido en el Centro de Perfeccionamiento de Talentos, la Escuela Proyecto Crecer, institución de San Francisco (Córdoba), estuvo en conflicto con la FIFA, que se negaba a autorizar la venta internacional al tratarse de un menor de edad y le trababa el transfer. Esta situación le impidió jugar oficialmente por un periodo de dos años, pero como el juvenil argentino cuenta con doble nacionalidad (la italiana además de la argentina) la justicia terminó fallando a favor del club francés y del jugador, al considerarlo “comunitario”. Una vez resuelto el infortunio con la FIFA, el delantero de 17 años pudo firmar en septiembre su primer contrato como profesional con el Bordeaux, que comenzará a regir a partir del 1° de julio de 2014 y tendrá una duración de tres años.
En diálogo exclusivo con futbolistasaxem, el juvenil habló de sus inicios en el fútbol, su desembarco en el fútbol francés, el desarraigo que siente por momentos pese a viajar con su familia, la adaptación a un nuevo país, la felicidad por sellar su primero contrato como profesional luego del conflicto con la FIFA, su fanatismo por Boca y su sueño de poder vestir la camiseta de la Selección Argentina en su momento, entre otras cosas.
– Para empezar, contanos sobre tus comienzos con la pelota y el primer tramo de tu carrera.
– Yo empecé jugando en el Club Atlético La Emilia a los cuatro años y luego a los cinco pasé a una escuela de fútbol en la que trabajaba mi papá como entrenador que en estos momentos se llama Club Atlético Juventud Guadalupe. Como ahí tenía vinculaciones con Proyecto Crecer, que es la filial del Girondins de Bordeaux en Argentina, fui elegido para jugar partidos oficiales los fines de semana en la liga cordobesa. Es decir que me entrenaba todos los días de semana en la escuelita de San Jorge, mi ciudad y los fines de semana iba a jugar allá (Francia).
– ¿Cómo llegás a Francia? ¿Cómo fue el contacto?
– El contacto como te dije antes fue Proyecto Crecer. Mi primer viaje fue a los nueve años para vivir mi primera experiencia. Y de ahí fui convocado para venir dos veces por años para que me hagan un seguimiento y una adaptación al fútbol francés. Y al cumplir los catorce años el club me propone radicarme en Bordeaux con mi familia.
– ¿Hiciste otro deporte además del fútbol?
– No, mi pasión fue y es el fútbol.
– ¿Sentiste temor al dejar por primera vez tu país siendo tan joven?
– Sabía que iba a ser muy difícil porque tenía que dejar muchas cosas, pero como vine con mi familia me resultó mucho más fácil, aunque la adaptación fue dura para todos.
– ¿Qué fue lo primero que extrañaste de Argentina? ¿Qué fue lo que más te sorprendió al bajar del avión en Francia?
– Se extrañan muchas cosas, los amigos, la familia, los asados, etc. Al venir a vivir con mi entorno nada porque ya estaba acostumbrado más o menos a todo, pero la primera vez que viaje a los nueve años me sorprendió todo, desde el avión hasta el idioma.
– ¿Cómo son las costumbres, la cultura y la comida en Francia?
– Las costumbres son muy diferentes, se cena muy temprano, a las 19hs. Los domingos está todo cerrado, shopping, comercios, etc., es un día para descansar. La comida, tengo a mi mamá que me hace las comidas típicas de allá así que con eso no tengo problemas (risas).
– ¿Te costó la adaptación?
– Y con respecto a la adaptación, fue muy duro para todos pero, por suerte, nos supimos adaptar muy bien.
– ¿Cómo es el fútbol allá? ¿Qué diferencias o similitudes tiene con el argentino?
– Las diferencias es que es un fútbol muy difícil de jugar, muy físico, donde los espacios son muy reducidos lo que te obligan a jugar rápido. Y las similitudes muy pocas por la diferencia de juego. Allá tenés muchos más espacios para jugar, para pensar, podés gambetear más, acá cuando eludís a uno, el segundo te hace falta.
– ¿Las canchas están en buen estado?
– Sí, las canchas son un lujo, eso también es una gran diferencia con allá.
– ¿Con cuánta frecuencia retornás a Argentina?
– Tengo la suerte de poder irme dos veces al año: diez días para Navidad y un mes en las vacaciones de verano de acá, el invierno de allá.
– ¿En qué aspectos se diferencian Francia y Argentina?
– La diferencia que más noto entre Francia y Argentina es que acá la seguridad, la salud y la educación son prioridad, el orden, la limpieza, es otro mundo, pero igual yo prefiero mil veces a mi país.
– ¿Si pudieras traerte algo de Argentina que en Francia no hay, qué sería?
– Lo que me traería es el asado, que es lo único que acá no hay. Al mate ya me lo traje (responde entre risas).
– ¿Qué hacés en tus ratos libres?
– En mis ratos libres sobre todo descansó porque los entrenamientos son muy duros. También hablo con mis amigos, familia, etc. Los fines de semana si tengo tiempo salimos a comer al centro de Bordeaux.
– ¿Hiciste amigos en ese país o se juntan con los compañeros de equipo a cenar?
– Hicimos muchos amigos con mi familia. Españoles, franceses y argentinos también.
– ¿Te gustaría volver? ¿Alguna vez soñaste con jugar en un club grande de Argentina?
– Hoy por hoy tengo un contrato que tengo que tengo que respetar y creo que a mi carrera va a seguir acá en Europa, pero mi sueño sería algún día poder jugar en Boca y en la Selección.
Valentín firmando su primer contrato como profesional
– ¿Qué sentiste, luego de todo lo sucedido con la FIFA, al firmar tu primer contrato profesional?
– Me sentí muy feliz porque un contrato profesional con algún club importante era uno de mis sueños y por suerte lo pude cumplir, pero con mucha responsabilidad y sabiendo que esto recién empieza y que día a día tengo que trabajar duro para lograr nuevos objetivos.
– ¿Qué tipo de futbolista te considerás?
– Soy un jugador que me gusta armar las jugadas, que me gusta hacer goles, que me gusta gambetear, meter pases de gol, un jugador al que le gusta que le den la libertad para jugar por todo el frente de ataque.
– Para el cierre, el “joven prodigio”, como lo destacan en Francia, que se desempaña en el equipo B de su club (cuarta categoría del fútbol francés), cuenta en su relato el momento en que ganó el trofeo Montaigu, uno de los dos títulos que acumula en su corta carrera (Copa Gambardella Sub 19, el otro título).
– Tuve la suerte de competir en varios torneos y uno de ellos muy reconocido en Francia, “Montaigu”, un torneo en el que pasaron grandes jugadores como Benzema, Rolando, etc. En el mismo me pude mostrar y consagrar como mejor jugador del torneo, goleador histórico y campeón con Bordeaux. Ese fue un momento de mucha felicidad para mí.